Funda de pistola
En los últimos 150 años, las armas han evolucionado notablemente. Desde comenzar a ser simples palos y piedras hasta ser de tipo biológico. Si embargo, está claro que hay ciertas armas que los soldados no pueden portar, ya sea por su peso, funcionalidad y operatividad, por lo que lo más común es que ellos porten armas largas y armas cortas.
En este caso, para portar un arma corta, tanto soldados como oficiales policiacos, necesitan un lugar para poder llevarla sin tener ningún inconveniente. Los inconvenientes de llevarla en un lugar no adecuado, como en la parte trasera del cuerpo, sujetando el arma con el cinturón y la cadera, puede provocar una desgracia.
La funda protege el arma, además de que es más fácil portarla allí, para que en el instante que se necesite, pueda llegarse a ella sin ninguna dificultad. Además, protege al usuario de que el arme se accione por accidente y pueda provocar una herida considerable.
La funda de pistola se hizo muy popular por las películas tipo “westen” entre la época de los años 30s y los 50s, sin embargo, era muy útil en aquella época ya que era normal que los hombres portaran armas, y al no tenerlas siempre en las manos, se tenía que buscar una manera de poder cargar con ella de la manera más cómoda.
Las primeras fundas eran hechas de cuero, posteriormente, el tiempo y la tecnología hicieron lo suyo. Actualmente también se utiliza el cuero, pero tras la llegada del poliéster se han utilizado los dos materiales, ya sea solo cuero, solo poliéster o una combinación de los dos.
De igual manera, el color de la funda dependerá para quién sea y de la tarea que vaya a desempeñar. Por ejemplo, para un agente policiaco, el color de la funda debe ir encaminado al color de su uniforme (lo cual ocurre con los militares) por lo que un color obscuro le vendría bien y en el caso de los militares que sea igual o muy similar respecto a su uniforme, más si es camuflado.